It's winter time. The days are cold, misty and rainy and although I have to confess that I don't like the winter season much at all, there are some good opportunities to go out and make some good photography as well. I have to confess that the winter days may be inspirational in some sense and this is what I am intending to do.This week I had a vision of how a desperado (an outlaw, in terms of the Old Far West scene) would be in our present days. I took this fugitive and set him in the modern-days break of the law.
The modern desperado would run, escape from the Law but before, he would surrender himself to the hands of the Gods, the Lady Luck or whatever might come to him in his escapade (as when he lifts his hands up in the sky, meditates sitting upon the railtracks or stares steadfastly a drawing of the Devil in a wall) and finally gets lost in his mind making the mistake by thinking he has fooled the establishment away.
The outlaw escapes but he knows that there's nowhere to run to. Law is after his footsteps.
Photos and wardrobe supplied by Oliver Chris.
Es invierno. Los días son fríos, nublados y lluviosos y aunque tengo que confesar que no me gusta mucho la estación invernal, hay buenas oportunidades para salir y hacer una buena fotografía tambíen. Debo confesar que los días de invierno pueden ser muy inspiracionales en algun sentido y eso es lo que trato de hacer.
Esta semana tuve la visión de cómo un rufían (un fugitivo de la Ley, en términos de la escena del Viejo Lejano Oeste) sería en nuestros días. Tomé a este fugitivo y lo sitúe en el quebrantamiento de la Ley de los días modernos.
El moderno rufían correría, escaparía de la Ley pero antes, se entregaría a las manos de los Dioses, a la Señora Suerte o lo que sea pudiera venirle en su escapada (como cuando eleva sus manos al cielo, medita sentado en los rieles del tren u observa fijamente un dibujo del Diablo en una pared) y finalmente se pierde en su mente cometiendo el error al pensar que ha burlado lo establecido.
El fugitivo escapa pero él sabe que no hay dónde huir. La Ley está tras sus pasos.
Fotos y vestuario proporcionado por Oliver Chris.
